Gastos de viaje. ¿Se pagan a medias o los paga el dueño del auto?
El pago de los gastos generales de un viaje se pueden pagar a escote dependiendo de varios factores. Todo depende de lo que acuerden los viajeros
Los gastos del coche, como gasolina, peajes, etcétera, ¿es correcto pedir que se paguen a medias?
Lo primero que debemos tener en cuenta es el trayecto del viaje. También, hay que tener en cuenta la persona o personas que vamos a llevar.
Si es un trayecto corto, por ejemplo, cuando vamos a buscar a un amigo o familiar, a la estación de tren o de autobuses, a su casa, etcétera, no se suele pedir nada. Se supone que es un favor, una atención, y un favor no se paga. Un favor se hace sin esperar a cambio ningún tipo de prestación económica.
Cuando se trata de un viaje largo, con un recorrido de muchos kilómetros, lo mejor es tratar el tema antes de comenzar el viaje. Dejarlo todo bien claro para que no haya malos entendidos.
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Hay que tener en cuenta varias cosas:
1. Confianza con esa persona o personas. No es lo mismo viajar con un grupo de familiares o amigos, que viajar con algún compromiso o compañero de trabajo. Este puede ser un factor que determine qué se cobra o qué no se cobra.
2. ¿Habitual o esporádico? Si es un viaje esporádico se puede invitar. Cuando se hacen viajes de forma habitual con esa persona o personas, ya habrá un 'protocolo' para ir a medias con ciertos gastos o habrá cualquier otro tipo de acuerdo.
3. Ocio o trabajo. No es lo mismo llevar todos los días a una persona o a varias que trabajan en nuestra misma empresa o en una cercana, que un viaje esporádico. En los viajes habituales si que se suele pagar el combustible a medias.
Luego hay gestos que pueden ser más o menos generosos. Por ejemplo, si tenemos que ir de viaje a un determinado destino y alguien nos acompaña porque también va a ese lugar, no es muy elegante cobrar nada. Total, el viaje lo teníamos que hacer igual. El acompañante puede invitar a comer o tener cualquier otro detalle con el dueño del auto.
Cuando hablamos de un grupo de personas que viajan con cierta frecuencia juntos y tienen esa costumbre de pagar todo a escote, no está mal visto que cualquier persona que se incorpore a ese viaje pague su parte. Simplemente se adapta a la práctica habitual de ese grupo.
Resumiendo, llevar a otras personas en el auto no suele suponer un gasto extra en trayectos cortos. En los recorridos más largos, esos gastos pueden ser mayores y queda a criterio del dueño del automóvil si repercute alguno de esos costes a sus acompañantes o simplemente corren por su cuenta. La generosidad siempre debe ser agradecida.
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