Palillos o mondadientes ¿los ponemos en la mesa?
La imagen de ver un palillero encima de la mesa ya no es habitual en la mayoría de los restaurantes, mesones, bares, cafeterías...
Los conocidos palillos o mondadientes ¿hay que ponerlos en la mesa para que los utilicen los comensales?
Lo mismo que dijimos en el caso de los ceniceros , ¡no! Los 'actos higiénicos', que conllevan el uso del palillo o mondadientes, deberían realizarse fuera de la mesa. Si lo utilizamos en la mesa, hay que hacerlo con la mayor discreción posible. Mejor utilizarlo solo en caso de 'urgencia' y siempre que no requiera alguna 'maniobra' demasiado 'llamativa'.
La costumbre, de algunas personas, de utilizar los palillos a modo de cigarrillo, y tenerlo en la boca, es una costumbre bastante vulgar. El palillo tiene la función que tiene, no otra.
¿Poner palillos en la mesa o esperar a que nos los pidan?
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Podemos proporcionar palillos a algún comensal que nos los solicite, atendiendo a que su buen criterio, prudencia y sentido común. Debe utilizarlos en un lugar apartado del resto de los comensales -al igual que la famosa seda dental-.
Si colocamos palillos en la mesa suele ser para tomar unos aperitivos. No debemos utilizar los mondadientes nada más que para este fin. No es momento de aprovechar para hurgarse los dientes o ponerlo en la boca, como dijimos anteriormente, a modo de cigarrillo.
Como en el caso de la servilleta, si hay palillos en la mesa, mucho cuidado con utilizarlos para otros fines que no sean de higiene bucal. No sería la primera que observamos como algún 'educado comensal' los utiliza para limpiarse las uñas, y otros repugnantes usos.
Una última recomendación. La mejor forma de ofrecer o colocar palillos en la mesa es utilizar palillos enfundados. Son palillos que vienen envasados de forma individual en una funda de papel u otro material. Es mucho más higiénico y elegante, dentro de lo que cabe.
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