¡Cuidado con los gestos! La importancia de nuestros gestos cuando hablamos
Los gestos juegan un papel muy importante en la comunicación verbal, porque pueden aportar mucha información interesante
Qué aportan nuestros gestos a la comunicación verbal: las palabras y los gestos
Los humanos gesticulamos. Unos gestos son voluntarios y otros no lo son tanto. Pero está claro, que los gestos son una parte muy importante de la comunicación entre las personas. Un gesto puede tanto complementar como reforzar lo que decimos con las palabras. Los gestos no solo ayudan en la transmisión de un mensaje, sino que le pueden aportar también toques emocionales. Los gestos hacen que una conversación puede ser más rica e incluso más sincera.
El lenguaje del cuerpo
Las manos, los pies, los ojos, la boca... todo transmite aunque pensemos que no lo hace. Un simple movimiento de la cabeza, de los ojos o de los pies, por poner un ejemplo sencillo, puede estar diciendo algo que no dicen las palabras. Solo hay que saber interpretarlo en su contexto y en su momento. A quién no le ha ocurrio hablar con alguien que nos dice estar a gusto o encantado, cuando sus pies están diciendo que desea irse cuando antes.
En el momento de saludar, el apretón de manos puede darnos una información relevante sobre las 'intenciones' de la otra persona simplemente por la fuerza y la forma de dar la mano. Habría multitud de ejemplos similares.
Te puede interesar: Cómo dar la mano de forma correcta
Los gestos son una forma poderosa de transmitir emociones y estados de ánimo sin necesidad de utilizar las palabras. Un puño cerrado puede expresar frustración o determinación, mientras que una sonrisa acompañada del gesto de dar la mano puede mostrar amabilidad y disposición. Estos tipo de gestos no verbales pueden decir mucho sobre cómo nos sentimos, a veces más de lo que las palabras pueden expresar.
No hablamos el mismo idioma
En situaciones donde las barreras del idioma están presentes, los gestos pueden convertirse en un medio válido para establecer una comunicación entre personas de diferentes países e idiomas. Eso sí, teniendo cuidado de utilizar bien los gestos, porque no en todos los países tienen el mismo significado algunos gestos. Lo que se considera un gesto amable en una cultura puede ser ofensivo en otra. Los gestos nos pueden ayudar a superar las diferencias lingüísticas y facilitar un entendimiento mutuo con unas pocas palabras, o incluso sin utilizar ninguna palabra.
Las interacciones y los gestos en las conversaciones
Los gestos sirven para hablar sin interrumpir. Es decir, si levantamos la mano seguramente estamos indicando que deseamos hacer una pregunta o que solicitamos el turno de palabra. O si asentimos con la cabeza podemos estar indicando que estamos de acuerdo con lo que nos están diciendo, además de mostrar que estamos atendiendo.
En muchos ámbitos, como en el deportivo, los gestos hablan sin palabras. Para pedir un cambio, un tiempo muerto, una determinada sanción, etcétera, etcétera. Los gestos evitan el uso de las palabras en entornos donde la comunicación verbal tradicional no es posible. Ruido, distancia, etcétera, harían imposible comunicarse con palabras.
También, los gestos pueden generar mucha empatía porque tienden a reforzar lo que estamos diciendo. Eso sí, cuando gestos y palabras son coincidentes. Si no estamos siendo sinceros, los gestos pueden tener el efecto contrario y generar un cierto recelo en la otra persona.
De lo que no hay ninguna duda es de que los gestos nos ayudan a comunicarnos de una manera mucho más efectiva y sincera. Si prestamos atención a los gestos, tanto a los nuestros como a los de los demás, es posible mejorar significativamente nuestra capacidad de comunicarnos con otras personas. Los gestos, queramos o no, son un componente indispensable de la comunicación humana. Hay personas más o menos gesticuladoras, pero todos, en mayor o menor medida, los utilizamos cuando hablamos con otras personas.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El abandono de la urbanidad y el triunfo de las malas formas.
-
Digámonos la verdad, se puede ser pobre pero digno, también se puede ser pobre pero honrado y también se puede ser pobre pero decente, cívico, tener modales
-
Los hoteles son espacios en los que debemos encontrarnos cómodos, casi como si fuera nuestra casa... aunque realmente no lo sea
-
Los gestos siempre hay que interpretarlos según el contexto y las circunstancias. Hay que saber relativizarlos para evitar malas interpretaciones
-
En muchos vuelos hay pasajeros dispuestos a solicitar el intercambio de asientos con otras personas por cuestiones diversas; desde un sitio más cercano a la ventanilla o el pasillo, a poder estar junto a algún familiar o amigo
-
Ninguna sociedad puede constituirse, funcionar y perpetuarse si sus miembros no asumen infinidad de pequeñas renuncias y mortificaciones cotidianas en beneficio de la paz civil
-
Cuando invitamos a alguien a pasar unos días en nuestra casa debemos encontrar un equilibrio entre ofrecer un buena atención y el hacer respetar algunas normas o reglas fundamentales de la casa. Tanto el anfitrión como el invitados están 'obligados'
-
Si bien las personas con discapacidades del aprendizaje tienen ciertas limitaciones, la mayoría posee una inteligencia promedio o superior al promedio
-
Cuando tenemos parientes mayores es posible que hayamos escuchado esta frase: "Ya no quedan expresiones elegantes como en el lenguaje de antaño"
-
Cuando una mujer está embarazada sus amigas le ofrecen una fiesta previa a dar a luz. Es lo que se conoce como baby shower
-
Los buenos modales y la buena educación no son un patrimonio exclusivo de las clases pudientes, como bien afirma Pitito
-
Todos somos espectadores y actores de esta forma de vivir tan acelerada. Es una forma de vivir muy contagiosa que invade todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana