Dejar o no dejar propina, esa es la cuestión. ¿Cuánta propina se debe dejar?
El tema de la propina puede crear alguna incertidumbre entre la gente que viaja al extranjero al no saber qué hacer en muchos casos
¿Dejo una propina? ¿Cuánto importe dejar?
¿Ha quedado usted satisfecho con el servicio? Esta es la pregunta clave que debe hacerse cualquier persona cuando abona la cuenta por un servicio recibido y tiene que decidir si deja una propina o no -también hay que decidir qué importe dejar-.
La propina es una forma de expresar un agradecimiento por cuestiones tales como un buen servicio, una atención correcta y amable... en general por un conjunto de acciones cuya finalidad es la satisfacción del cliente.
La propina es aceptada en casi todo el mundo, aunque en países asiáticos como China o Japón no se tiene esta costumbre, e incluso puede llegar a incomodarles si ofrece una propina. En otros países esta "libertad individual" para dejar una propina es muy "relativa", ya que pasa de un acto voluntario a convertirse casi en una obligación "legal" dejar un determinado importe -generalmente un tanto por ciento del importe de la factura-, como puede ocurrir en los Estados Unidos.
Dejar ¿monedas o billetes?
Tan incorrecto es no dejar propina en los Estados Unidos, como dejar unas monedas -la calderilla- en muchos otros países del mundo. La propina no es una limosna, sino una gratificación. Disculpas como "no tengo nada suelto", "no llevo monedas pequeñas", etcétera, son unas disculpas muy torpes y poco elegantes.
Te puede interesar: Las propinas ¿muestra de agradecimiento o costumbre? (con vídeo)
Como en otras circunstancias, cuando hay dudas, lo mejor es preguntar. No nos tiene que precoupar preguntar, por ejemplo, en la recepción del hotel, en una agencia de viajes, etcétera, cuál es la costumbre de ese lugar con respecto a las propinas.
La propina se basa en la costumbre, por lo que podemos decir que es una ley no escrita pero de casi "obligado" cumplimiento, al menos en el ámbito social.
La propina suele ser proporcional a la calidad del servicio recibido. No es lo mismo comer en un buen restaurante, que recibir unas flores o una pizza en la puerta de casa. El servicio de un restaurante o de un taxista es mucho más prolongado que un servicio puntual como el de una entrega.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Hay gente malencarada y arisca que debió de perderse la clase el día que enseñaban cortesía.
-
La lucha contra el tabaco es cada día seguida por más personas, amparados en leyes y normas que acotan los derechos de los fumadores.
-
Las flores son uno de los detalles o regalos más socorridos y menos arriesgados para cumplir con algún pequeño compromiso
-
La elegancia abarca todos los comportamientos del ser humano. No solo en la forma de hablar y de vestir, sino, y aquí está el meollo del artículo, en la forma de ser y de tratar a los demás.
-
Las fiestas de Navidad, tanto en la empresa como en casa suelen dejar ver, en algunas ocasiones, comportamientos poco correctos
-
El protocolo de principios y mediados del siglo XX decía que los hombres debían saludar a las mujeres con un besamanos.
-
Si, la cultura nos hace más humanos. Pero eso, no quiere decir que ser más humanos sea ser más buenos
-
Es imprescindible que tenga la casa bien arreglada y limpia, fijándose de forma especial en los espacios o estancias por donde se vayan a mover los invitados
-
Está demostrado que la mayoría de la gente disfruta más dando que recibiendo. Cuando damos un regalo, agradecemos un gesto, etcétera, hace que nosotros nos sintamos bien
-
La mayoría de los teléfono actuales tienen una función denominada manos libres o altavoz. Puede ser de gran utilidad en determinados momentos, pero no en todos
-
Las tarjetas de felicitación son uno de los medios más habituales para recordar fechas señaladas. Pueden
-
Aprender a perder es importante porque nos ayuda a manejar, no solo esa pérdida sino las emociones que nos genera el hecho de perder