Protocolo para niños. Karina Villela.
Entrevista a Karina Villela. El centro que dirige, Centro Diplomacia Karina Villela, junto con el hotel Alvear Palace, organizan un curso de "Protocolo para niños".
Protocolo para niños. Hotel Alvear Palace.
El objetivo es que jugando incorporen desde la etiqueta telefónica, el uso de los cubiertos, sepan cómo solicitar algo en una mesa, hasta el lenguaje de la servilleta.
La pregunta cae de maduro: ¿Y es que acaso es en la mesa donde se reúnen el cúmulo de errores de comportamiento?
Bueno, es una parte muy importante de nuestra vida. Hay un dicho que lo aclara "En la mesa y en el juego, se conoce al caballero". Uno muestra su educación y hasta su carácter a través del comportamiento en una comida, el manejo de los tiempos, las formas, los modos...- explica Karina.
¿Dónde se aprendían históricamente esta formas?
Se aprendían en casa y se practicaban en las escuelas. Hoy los padres no le prestan la debida atención al tema, la escuelas ya no se ocupan y, producto de la vorágine en la que vivimos y una crisis de valores muy grande, estas instrucciones están a la buena de Dios.
¿Cuáles son los errores más comunes?
El primero es el uso de la servilleta, no la saben colocar sobre la falda como corresponde. La servilleta habla mucho del comensal, le dice al camarero si se ausentó un ratito o si ya no va a regresar. Es la clave para saber si tiene que retirar o no tu mise en place. Si uno la usa mal el camarero no sabe qué hacer. Luego vienen el uso de los cubiertos en forma de remo sobre el plato y la forma en que agarran la copa los comensales.
Tips para el buen comensal:
Uso de la servilleta: se debe colocar sobre la falda en dos movimientos y debe quedar doblada en dos, con la abertura mirando hacia la persona, para que cuando limpie su boca, lo haga con la cara interna de la servilleta y las posibles manchas de comida queden cubiertas en el doblez.
Cuando me ausento de la mesa, debo colocarla sobre la silla y cuando me retiro definitivamente sobre la mesa.
Uso de los cubiertos: Hay una regla de oro que dice que una vez que levanto los cubiertos de la mesa no pueden volver a tocarla. En situación de descanso los apoyo sobre el plato en forma paralela al mismo (nunca en forma de remo con una parte sobre la mesa). Cuando termino de comer, los coloco paralelos a las cinco menos cinco, con el tenedor del lado izquierdo con los dientes hacia arriba y el cuchillo del derecho con el filo hacia adentro.
Para comer el postre utilizo el tenedor y con la cuchara ayudo a montar el pedacito rebelde.
Uso de las copas. Estas se deben tomar siempre del pie y nunca del cáliz, para evitar dejar las huellas de los dedos y para que la bebida no se caliente.
Servicio de Té: el servicio de la comida en un Té va de los salados a los dulces y de los sabores más suaves a los más intensos. Los sandwichitos de miga con sabores más sutiles se pueden comer con la mano. El bagel con salmón se debe comer con cubiertos para evitar que el sabor fuerte del pescado se impregne en las manos del comensal y afecte el resto de los sabores.
Cuando se pasa a lo dulce se debe realizar un cambio de vajilla.
Para comer los scons hay que abrirlos al medio y si se desea untar con alguna mermelada, ésta se debe colocar en el plato primero. Luego, si deseo comerlo con la mano, sólo unto la parte que llevo a la boca; si en cambio lo como con cubiertos, puedo untarlo por completo con la mermelada.
La cartera de las damas se debe colocar entre la espalda y el respaldo del asiento. El gancho de carteras, es muy bonito, pero no protocolar.
Karina Vilella da sus explicaciones a un auditorio formado por niños pequeños de 6 a 13 años que siguen las pautas propuestas como las de un juego, con la ayuda de un Mimo e imágenes de fondo de Alicia y el Sombrerero loco, de Alicia en el país de las Maravillas. Son dos horas en las que los introduce en el arte de los buenos modales y el correcto comportamiento en la mesa, y donde los padres que acompañan también aprenden. Con el agregado del disfrute de un té magnífico, plagado de sabores increíbles en un escenario palaciego.
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