Ofrecer un aperitivo. Funciones del aperitivo
El aperitivo es una buena forma de agasajar a los invitados y de dar tiempo a los más "tardones"
Cómo preparar un buen aperitivo
La función social del aperitivo
El aperitivo como dice una de las acepciones de la R.A.E. sirve para abrir el apetito. Pero la función social va mucho más allá y puede servir para muchas otras cosas.
¿Para qué sirve un aperitivo?
1. Dar tiempo a los invitados menos puntuales para llegar a la comida principal. También, cuando la reunión es numerosa, sirve para dar un corto intervalo de tiempo a todos los invitados para que no lleguen todos a la vez -es mejor llegar de forma escalonada-.
2. Saludos y presentaciones. El aperitivo puede ser un momento muy adecuado para establecer nuevas relaciones o saludar a viejas amistades. Los anfitriones deben estar atentos para hacer de "mediadores" o contar con amigos cercanos que puedan ayudar en esta tarea.
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3. Conversaciones. El aperitivo puede servir también para abrir conversaciones que luego pueden continuar en la mesa. No es muy extraño ver sentados a la mesa comensales que apenas charlan. El aperitivo puede hacer que al sentarse a la mesa ya tengan algo sobre lo que hablar. Aunque solo sea alguna anécdota ocurrida durante el aperitivo.
4. Integración. Los invitados más "nuevos" cuentan con un tiempo precioso para relacionarse y establecer ciertas afinidades con personas que tengan sus mismos o parecidos gustos e intereses. Es probable que alguna de las personas con las que charlamos sean compañeros nuestros de mesa.
¿Cuánto dura un aperitivo?
Si es importante indicar que el aperitivo no debe durar más de unos treinta minutos y la comida a servir debe ser ligera para evitar que los invitados pierdan el apetito.
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Los aperitivos debe ser cómodos para comer. Lo mejor es poderlos tomar de un solo bocado, para evitar tener que mantener en la mano los alimentos. Alimentos para tomar de un solo bocado que los anglosajones denominan "finger food" -para comer con los dedos-.
Un pequeño consejo: si tenemos una copa o un vaso en la mano, mejor mantenerlo en la mano izquierda, junto con una pequeña servilleta. Así dejamos la mano derecha libre para saludar, para tomar un canapé, etcétera.
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