Plato de presentación y bajoplato. ¿Son iguales? Diferencias
La decoración es muy importante en cualquier mesa, y el bajoplato es uno de los elementos a tener en cuenta para conseguir poner una mesa elegante
La 'base' de los platos: ¿bajoplato o plato de presentación?
En muchos libros de protocolo se utiliza de forma indistinta los términos plato de presentación, posaplato y bajoplato. Sobre todo en los países hispanoamericanos es donde con mayor frecuencia podemos ver la utilización de estos tres términos como sinónimos del mismo tipo de plato; también se utiliza en algunos países el término plato de sitio o plato base.
Debemos hacer una apreciación respecto a estos dos términos.
Bajoplato
Es un plato -en algunos casos más que un plato, es una base redonda similar a un plato- de gran diámetro, de unos 30 a 34 centímetros de diámetro, que se utiliza como "base" o decoración en la mesa para colocar encima otros platos. Se colocan para darle más elegancia y belleza a la mesa. Realmente, carecen de utilidad práctica -aunque si el mantel es muy fino, pueden servir de protector para la mesa frente a golpes y temperaturas frías o calientes-. Pueden estar fabricados en materiales tan diversos como cerámica, metal, porcelana, madera, etcétera.
Los bajoplatos pueden otras formas distintas al tradicional formato redondo. Aunque no suele ser lo habitual. Pero las 'modas' también llegan a la mesa. Los hay cuadrados, octogonales, etc.
Plato de presentación
Es un plato que puede ser distinto al de la vajilla -tanto en forma como en tamaño y color- que vamos a colocar en la mesa, y que se pone como presentación o "muestra" y que se retira al servir el primer plato. Generalmente, se suele cambiar por un plato que ya viene preparado de la cocina, es decir, que viene emplatado. El plato de presentación se suele utilizar para no dejar un espacio vacío sin colocar algún plato sobre la mesa, luciendo solo el bajo plato, si lo hay. Se colocan como "adorno" y se retiran al servir el primer plato. No tienen un tamaño estándar, aunque la mayoría de ellos suelen tener el tamaño de un plato llano o un poco menor, aproximadamente.
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Puede haber alguna excepción. Por ejemplo, cuando el primer plato es una crema, un consomé o alguna receta similar el plato de presentación puede quedar como base para la taza, bol, cuenco, etcétera, en el que se sirve ese alimento. Posteriormente, se retira todo junto -el cuenco, taza... y el plato- para dar paso al siguiente plato.
El plato de presentación se puede aprovechar para darle un toque de distinción y elegancia a la mesa. Podemos lucir un plato realmente bonito que llame la atención de los invitados y realce la decoración general de la mesa.
No es muy elegante ni apropiado, como se hace en algunos banquetes de boda, de homenaje, etcétera, cambiar el plato de presentación por un plato ya servido antes de que los comensales se sienten a la mesa. En alguna ocasión lo hemos podido ver en algún banquete popular al que hemos acudido: un plato con embutidos, con un cóctel o crema, o con algunos aperitivos ya servidos en el sitio de cada comensal. No es una buena práctica (ni muy higiénica, tampoco), aunque sea muy cómodo para el restaurante o el establecimiento donde tenga lugar la comida. No debería estar servido ningún tipo de alimento antes de que los comensales estén sentados a la mesa.
El bajoplato solo se retira cuando hemos terminado de comer. Después de los postres, antes de ofrecer el café y los licores, se puede retirar el bajoplato o plato de sitio.
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