Del modo de conducirnos en el templo
El templo es la casa del Señor. Es un lugar de oración y recogimiento, donde se debe guardar silencio
Cómo comportarse en la iglesia
Aquella urbanidad
El templo es la casa del Señor. Es un lugar de oración y recogimiento.
1. Al entrar en el templo procuremos no hacer ruido, a fin de no distraer la atención de las personas que en él se encuentren.
2. No debe saludarse a ninguna persona desde lejos, y si estuviera cerca apenas un ligero movimiento de cabeza.
3. No tomemos nunca asiento sin haber hecho una genuflexión hacia el altar mayor. Tanto el varón, como la mujer, deben permanecer algunos instantes arrodillados antes de sentarse.
4. Debemos seguir al sacerdote durante la Santa Misa y no volverse ni conversar, como hacen muchas personas.
5. En el acto de la elevación, nos arrodillaremos doblando ambas rodillas, hasta que aquél haya concluido.
6. Si estamos de pie, mantengamos el cuerpo recto, y cuando estemos sentados no crucemos las rodillas.
7. Al retirarnos del templo, si salimos por la puerta principal, debemos hacer una genuflexión hacia el altar mayor.
-
1114
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Nunca hay que hacer esperar a una persona que acude a visitar a uno, a menos que se esté comprometido con personas de mayor rango que ella.
-
Las visitas de pésame se hacen en los primeros meses que siguen a la desgracia, y mejor todavía en la primera quincena.
-
El lugar donde se debe poner el trozo de pan que se tiene para comer, es el lado izquierdo, junto al plato o sobre la servilleta.
-
Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
-
Por qué unas personas nos gustan más que otras, teniendo igual o mayor mérito, hallaremos que la razón es porque los primeros tienen cierta gracia que no tienen los últimos
-
El arte de conversar supone crear un equilibrio entre el tiempo destinado a escuchar y el destinado a charlar.
-
Escribiendo a personas ocupadas en negocios o en letras, hay que ser breve; al paso que con las personas queridas nunca una carta es demasiado larga.
-
La urbanidad es una parte esencialísima de la buena educación, y contribuye mucho a hacernos amables a nuestros semejantes
-
Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
-
Un hombre arrebatado de cólera es lo mismo que un furioso que no sabe ya lo que se hace.
-
Es tan natural en el hombre la tendencia a ensalzarse a sí mismo y a deprimir a los otros, que casi sin notarlo y sin ánimo resuelto de ofender mortificamos el amor propio de los demás.
-
No es lo malo escrutar; lo malo es que el afán de investigación se traduzca en juicios críticos, en comentarios que única y exclusivamente pueden redundar en daño ajeno